Este tratamiento consiste en introducir en la piel diferentes vitaminas, minerales, ácido hialurónico… todo ello con el objetivo de nutrir, aportar brillo y que la piel recupere su tersura y firmeza.
La textura del rostro se ve mejorada gracias a estas aplicaciones, los tejidos adquieren volumen y, por tanto, decimos adiós a la flacidez facial. La piel se hidrata y se regenera y está indicado para aplicar en la cara y también en el escote, el cuello y las manos.
Su efecto es inmediato, aunque debe realizarse cierto mantenimiento para que se sigan apreciando los resultados, más o menos cada dos meses. Es una técnica muy buena, por ejemplo, si se tiene un acontecimiento especial al que se desea acudir perfecta, como una boda o cualquier evento importante.
Con esta técnica estética se introducen en la piel sustancias con propiedades tensoras, hidratantes y rejuvenecedoras.
Son varias las que se inyectan a través de este tratamiento:
- Ácido hialurónico, aporta una hidratación extra a la piel y ayuda a rellenar arrugas y combatir flacidez; partículas de ADN, para tensar.
- Metilsilanetriol, consigue que la piel tenga más grosor y esté hidratada.
- Dietilaminoetanol, antioxidante que protege a la membrana plasmática celular de los efectos de los radicales libres y tensa y reafirma la piel.
Estos y otros principios activos, equilibrados de manera adecuada y aplicados por personal formado y cualificado como el equipo de Mar Lázaro, consiguen que nuestra piel esté mucho más joven, tersa, más luminosa, hidratada y con un aspecto más saludable y bello.