Después del verano, llega Septiembre y la vuelta a la normalidad. En este artículo te damos unos consejos para volver a ser la misma de antes.
Comer bien, hacer un mínimo de ejercicio diario, beber mucha agua y estar de buen humor, son el punto de partida para volver a ser tú tras el estrés de las vacaciones.
Llega septiembre y lo bueno se acaba pero empieza lo mejor, tú misma. Después de largas jornadas de playa, disfrutar con los tuyos de aquí para allá, comer poco de lo que debes y más de lo que no, agotar muestras de cremas y ninguna es la tuya… No se vosotras, pero yo ya tenía ganas de poner el contador a cero y gritar: ¡Ahora me toca a mí! Ese momento se llama septiembre y hay que aprovecharlo pero sin perezas, sin que se haga cuesta arriba, sin metas inalcanzables…Sólo marcándonos un objetivo: SER LA MISMA DE ANTES.
QUIERO NORMALIDAD
Volver a la normalidad, a ese estado en el que te sientes tranquila, segura y a gusto contigo. Volver a ponerte esa ropa que te sienta tan bien y que ahora resulta perfecta con tu nuevo tono de piel, poder tomar el café como a ti te gusta, disfrutar de tu tiempo, retomar las tareas…En definitiva, intentar mantener un equilibrio con todo lo que te rodea. La normalidad es necesaria y nos estabiliza. Ese es el punto al que necesitas llegar ahora.
¿POR DÓNDE EMPIEZO?
Siempre por el principio. Lo más urgente es DESINTOXICARTE de todos los excesos y eso pasa por volver a alimentarnos sano, saludable y SIN EXCESOS:
- Vuelve a hacer las 5 comidas al día, sin saltarte ni una.
- Come mucha fruta y verdura de temporada.
- Deja para momentos especiales los refrescos, contienen mucho azúcar, o el alcohol, que son calorías vacías.
- Disfruta bebiendo dos litros de agua al día.
- Come DE TODO pero en una cantidad adecuada, que ningún plato supere lo que te pueda caber en la mano.
Ojalá hayas sido de esas que durante el verano le guste madrugar, ponerse sus zapatillas e ir corriendo por la orilla del mar o por el paseo sintiendo la brisa marina… pero si no, no te preocupes, eres una de muchas otras. Es necesario el ejercicio diario y existen muchas opciones para mujeres con pocas ganas o falta de tiempo:
- Bájate una parada de autobús antes o después de tu lugar de trabajo, da un rodeo y aprovecha para mirar escaparates… camina 30 minutos al día.
- Olvida el ascensor y sube por las escaleras.
- Frente a la televisión, viendo lo que más te gusta, fortalece los brazos o piernas.
- Apúntate dos veces a la semana al gimnasio de al lado de casa, esta es la solución que más fuerza de voluntad requiere pero es la más efectiva.
Sólo con esto ya tenemos marcado el buen camino a largo plazo.
¿CUÁNTO TE HAS ENGORDADO ESTE VERANO?
Se sincera contigo misma y súbete a la báscula, tiene que empezar a caerte bien pero sin agobios, os veis una vez a semana. Según cuanto y sobre todo donde tengas esos kilos dependerá el tiempo y el modo de perderlos. Seguramente un porcentaje alto son, gracias al calor y al cambio de hábitos alimenticios, líquidos. Beber mucha agua es fundamentar para eliminarlos, le podemos añadir a cada litro de agua un preparado totalmente insípido llamado DRENANTE. Hay muchos para elegir, son totalmente naturales y gracias a las propiedades diuréticas de plantas como la alcachofa, el hinojo, cola de caballo o té verde, nos ayudarán a eliminar líquidos mucho más rápido.
Normalmente la grasa se queda en sitios difíciles de llegar con el ejercicio, flancos, tripita, muslos… justo donde menos nos gusta, ¿por qué será? No te preocupes, hoy en día y gracias a la MEDICINA ESTÉTICA, esto son problemas menores.
BUSCA TU TRATAMIENTO
Habréis oído hablar de cientos de tratamientos bajo nombres como: PRESOTERAPIA, MESOTERAPIA, VELASHAPE… pero ¿cuál será para mí? Eso es lo más importante, saber darle a tu cuerpo exactamente los que necesita, ni más ni menos.
Perdona, ¿he dicho que eso era lo más importante? No. Si te levantas todos los días con ganas de comerte el mundo y sales de casa con una gran sonrisa puesta, ya tienes el 50 % del tratamiento hecho y la parte más cara pagada.