Sólo las personas que me conocen saben bien que adoro mi trabajo, que me apasiona el mundo de la Medicina Estética y que me siento una afortunada por ser y estar donde siempre he soñado.
Día a día, las revistas, la televisión y también la sociedad crítica directa o indirectamente, este tipo de medicina. Muchos alegan que no es necesaria y es muy respetable cualquier opinión, pero… ¿Quién valora lo que es o no es necesario para alguien? ¿Sonreír no es necesario? Yo creo que es vital. Y la realidad es que muchas personas no son felices porque no se ven bien. Hoy en día, está en nuestras manos cambiar muchas cosas que nos vienen innatas y no nos gustan. ¿Nos conformamos?
Busca calidad y profesionalidad
Aunque en “todas las casas cuecen habas”, como se suele decir, es en esta profesión, donde más llamativos son los errores, aunque también son los menos.
En mi consulta y con este post quiero demostrar que en este campo Médico Estético, se hacen más cosas bien que mal. Lo que pasa es que cuando un retoque está realmente bien hecho pasa desapercibido, fundiéndose en la belleza del paciente y sólo nos surge la duda de “¿Se habrá hecho algo? Es imposible que esté tan guapa…”
Verdaderas obras de arte
También hay que reconocer el trabajo bien hecho por parte de profesionales, que es en la mayoría de los
casos. Es más sencillo hacer las cosas bien, que hacerlas mal, lo que pasa, es que son más mediáticas y más llamativas las críticas. No se trata de cantidad sino de calidad en los retoques y de confianza en las manos expertas en las que te pones.
Cada persona es única y eso es lo que nos distingue
Al igual que las obras de arte las hace únicas su autor, en la medicina estética es importantísimo personalizar hasta el más mínimo detalle del tratamiento, para que el rostro sea el fiel reflejo de la belleza interior de cada persona.
Dignos de nombrar son los retoques naturales que se han hecho, Elsa Pataky, Marta Sánchez, Sharon Stone, Jeniffer Aniston o nuestra alteza, la Reina Letizia. Están espectaculares y sino fuera porque el paso de los años delata tanta perfección, nadie se atrevería a asegurar que han pasado por el “taller». ¿Están o no increíblemente jóvenes, guapas y naturales?
Tres tratamientos para ser una Celebrity
- Labios. Es uno de los tratamientos más demandados y con el que más cuidado hay que tener. El relleno de labios es una de las partes de la cara que más delata la naturalidad de un rostro. Las técnicas actuales con productos totalmente reabsorbibles permiten crear unos labios perfectos y totalmente naturales. “A mí me encanta esculpir sonrisas”
- Botox. La famosa toxina que tiene enganchadas a miles de mujeres y hombres en todo el mundo. Precisamente es tan popular porque acaba con las arrugas en frente, patas de gallo y entrecejo en un abrir y cerrar de ojos.
- Pómulos. Aumentar los pómulos puede ser lo mejor que nos hayamos hecho nunca, porque realmente queda muy bonito y no hace jóvenes. Realza el atractivo de la mujer hasta en un 80%.
Aplicar el sentido común
El secreto de un buen trabajo Médico-Estético es saber exteriorizar lo mejor de cada uno. Como he dicho antes, cuanto más personal sea un tratamiento, más natural será su resultado. Aplicar el sentido común a la hora de hacernos cualquier retoque facial servirá para garantizar el éxito.
Desde mi punto de vista y como recomendación, no se trata de aparentar menos edad, sino de llevar los años que tenemos de la mejor forma posible y como sólo nosotras lo sabemos hacer; con clase y elegancia. Igual que no llevamos el estilo de ropa que llevan las jóvenes de 20 años, no podemos intentar llevar sus mismas facciones.
Cumplir años y envejecer no es ningún problema siempre que se haga con estilo.