Toda mujer tiene un par de “secretos de belleza” que está deseando contar a quien se fija en ellos, pero a los que no renunciaría por nada (o casi nada) del mundo.
Se trata de ese producto que descubriste por casualidad, repetiste por incredulidad y del que ahora no puedes prescindir.
En mi caso esto me sucede con los Proteoglicanos, yo los llamo las ampollas mágicas.
De un tiempo a esta parte han empezado a ponerse de moda, algo que me alegra porque significa que, como a mí, a más personas le encanta.
Recuerdo que cuando me hablaron de sus resultados espectaculares no pude esperar ni un día a comprarlas. A lo largo de los años he ido probando otras marcas, por eso de querer comparar, y me quedo con dos Proteglicanos de Mesoestetic y Proteoglicanos de Martiderm, cualquiera de las dos, son muy buenas.
Mi primera vez
Por la noche abrí la primera ampolla. En un primer momento, me hizo dudar su apariencia algo grasa, pero fue una falsa impresión; para mi asombro, tras un mínimo masaje mi piel absorbió completamente el producto, sin dejar ninguna sensación grasa.
Me sorprendió el efecto tan agradable que provoca su aplicación, se extiende fácilmente (para mí fundamental) y cunde muchísimo. Experimenté una impresión tan placentera que parecía que mi piel había estado esperando ese producto toda la vida.
Entonces quise saber: ¿qué son los Proteglicanos?
Para resumir mucho y sin usar palabras técnicas se trata de proteínas que se encuentran en nuestra piel.
Macromoléculas, componentes esenciales, que restauran las células de la piel, responsables de dar turgencia, estabilidad y elasticidad. Además tienen la capacidad de captar agua hasta 1000 veces su peso molecular. Me convencieron y, ¿a vosotras?.
La primera impresión me encantó, cuando supe lo que eran me enamoré, pero con el paso de los años y su uso de día y de noche de forma constante, puedo asegurar que funcionan y sus resultados son visibles.
Beneficios y resultados sobre la piel
- A corto plazo: aportan mayor luminosidad e hidratación
- A largo plazo: efecto reparador, prevención de arrugas, eliminación paulatina de las mismas, y reafirmación. Lo que se traduce en considerable mejora de la calidad de la piel.
Puede parecer que como se presentan en ampollas individuales, éstas no dan para mucho, pero realmente no es así. De cada ampolla se puede sacar varios usos, mínimo uno por la mañana y otro por la noche.
Se ha de extender sobre la cara, cuello y escote limpios, y dar un pequeño masaje. Después, esperar diez minutos, tiempo en el que se absorbe completamente, y aplicar la crema hidratante habitual de día o noche.
Un secreto: Si tienes un acontecimientos especial, póntelas 5 minutos antes de maquillarte y verás su efecto flash inmediato.
¿Te animas a probarlos? Pregunta en la Consulta de la Dra. Lázaro por ellos.