Una buena y eficaz limpieza facial diaria no sólo nos lo agradecerá nuestra piel, también nuestro bolsillo.
Ninguna crema hace milagros
No es cuestión de gastar más en mejores productos sino de saber utilizar el que requiere nuestra piel y sobre todo en su orden. Es cierto que la calidad se nota pero hasta cierto punto.
Cuando el precio es desmesurado, estamos pagando algo más que la calidad del producto, estamos colaborando con la marca en publicidad, envase, …
Hay que saber que las cremas, tónicos, sueros, … llegan hasta donde llegan, los activos con los que están formuladas son efectivos a un nivel superficial de la piel. Como mucho llegan a dos milímetros.
En mi opinión son muy efectivas, pero milagros como en Lourdes no hacen, para eso, están los tratamientos Médico- Estéticos infiltrados como botox, vitaminas, rellenos o la radiofrecuencia facial.
Muy pronto os hablaré de hasta dónde llega cada uno de los productos que hay en el mercado y lo comprobaréis.
Identifica que tipo de piel tienes
Lo primero que tenemos que saber es el tipo de piel que tenemos:
- Seca o muy seca.
- Mixta.
- Grasa.
Todas las marcas de belleza de un nivel medio hacen el mismo producto con texturas diferentes adecuadas a cada tipo de piel. De esta forma, si tenemos la piel grasa, la textura de la crema será más ligera y cuanto más seca, más contundente y cremosa. Esto no implica que las propiedades cambien. Es la misma crema pero adaptada a tus necesidades.
Para saber qué tipo de piel tienes, es importante que te la diagnostique un profesional. En la consulta de Mar Lázaro lo hacemos sin ningún compromiso y totalmente gratuito.
Un vez conocemos el tipo de piel que tenemos, los pasos a seguir no varían mucho de una persona a otra, pero es importante la constancia, cuesta 10 minutos y debemos ensamblarlo en nuestra rutina nocturna. Cuando digo nocturna, no quiero decir antes de ir a dormir, si es posible limpiarnos cuando llegamos a casa, mucho mejor.
Una vez al día
No por lavarnos más vamos a tener la piel mejor. Con una vez al día que hagamos esta rutina es más que suficiente. Es más, si todo lo que os voy a explicar lo hacemos por la noche y también por la mañana, podemos dañar nuestra piel. La noche es el mejor momento para llevar a cabo esta rutina y por la mañana con un poco de agua para despejarnos y quitarnos las legañas, es suficiente.
Fuera jabones
Muchas veces los jabones no nos ayudan a limpiar en profundidad y lo único que hacen es resecar nuestra piel. Mi consejo es olvidarnos de ellos y mucho antes de los que no son específicos para la cara. En este punto coincidí hace muy pocos días en una conversación muy interesante que tuve con uno de los mejores asesores de imagen de la marca de cosméticos Sisley.
Crema desmaquilladora
Si vamos maquilladas, lo primero que debemos hacer es eliminar el maquillaje con una crema desmaquilladora que aplicaremos cubriendo toda la cara con un algodón, para mí los mejores son los que van como recosidos por los laterales, empezaremos a hacer movimientos circulares siempre hacia afuera. No escatiméis en algodones.
Para limpiar bien los ojos debemos hacerlo empujando el producto hacia afuera con un algodón y cuidando especialmente la zona de las pestañas. Si nos hemos maquillado con una línea o rimmel resistente al agua, existen productos específicos que nos facilitarán esta tarea.
Tonifícate
El tónico forma parte del segundo paso de los cuidados faciales tras la limpieza y antes de la hidratación. Muchas veces no le damos la importancia que merece y nos lo saltamos, un grave error. El tipo de tónico que necesitas viene marcado por el tipo de piel del que hemos hablado antes. Se usa con un algodón y en pequeños toques, nunca arrastrando. Entre sus muchas propiedades, te nombro unas cuantas para que no se te olvide este paso:
- Refresca.
- Hidrata.
- Revitaliza los tejidos.
- Cierra poros.
- Reestablece el PH.
- Mi secreto: Agua Micelar.
Reconozco que desconfié de él cuando me dijeron que era un “todo en uno”. Nunca me ha gustado mezclar las cosas y soy fiel al refrán: “quien mucho abarca poco aprieta”.
El Agua Micelar es acuoso y parece más un tónico que un limpiador, por eso la primera vez que lo usé sentí la necesidad de desmaquillarme antes por si acaso. Pero como no me rindo a la primera, hubo una segunda vez y ahora no puedo vivir sin él. Siempre he pensado que hay que darle una segunda oportunidad a todo y a todos.
Se trata de un producto que podemos usar a diario, ya sea para desmaquillar o simplemente para limpiar. Puede sustituir a la crema desmaquilladora y al tónico perfectamente pero ya es cuestión de gustos. Sobre todo es útil en estos días que estamos tan cansadas que estaríamos dispuestas a acostarnos maquilladas. ¡Eso nunca!
Además de utilizarlo para limpiar por la noche, podemos usarlo por la mañana para retirar el exceso de sebo que la piel segrega por la noche. Se usa empapando un algodón y dando suaves toquecitos en la piel.
Mi elección es el Agua Micelar de Bioderma
Peeling facial: Una vez cada seis meses
Tras el verano y antes de comenzarlo es muy recomendable una buena exfoliación para empezar de cero nuestra rutina de belleza diaria porque si no vamos arrastrando una mala calidad de la piel que nunca dejará que los resultados sean del todo óptimos.
Por eso, es importante un peeling profesional para “resetear” nuestra piel. Consiste en exfoliar la piel del rostro con diferentes sustancias para que se renueven sus capas y, de este modo, deshacernos de las imperfecciones que pueda haber y que el color y la textura de la cara tengan un aspecto más uniforme y lleno de luminosidad. Este tratamiento debe hacerse siempre por un profesional, de otra forma, podría correr el riesgo de quemar la piel.
Según nuestro tipo de piel debemos exfoliar la piel una vez a la semana o cada quince días para limpiarla de impurezas acumuladas e incrustadas. Si nos saltamos este paso será como si hubiera en tu rostro una alfombra que impidiera que los principios activos de tu crema se absorbieran.
El suero de la vida
¿Qué es el suero o serum?, ¿qué me aporta? Esta es la pregunta que yo me hice hace muchos años intentado evitar alargar mi higiene facial pero la respuesta es tan contundente que no pude prescindir de él. Este paso ya forma parte de la hidratación, muy importante en la higiene facial. Se trata de un concentrado cosmético con activos mucho más potentes que los de una crema hidratante. Sus propiedades multiplicadas por diez. Su textura suele ser ligera para que la absorción sea muy rápida y actúa en una capa un poco más profunda que la crema. Es un paso previo a la crema tanto de día como de noche pero no la sustituye en ningún caso porque, entre otras cosas, los sueros no llevan protección solar. Existen tantos sueros como tipos de piel y sobre todo, adaptados a las necesidades de cada persona:
Luminosidad, manchas, arrugas, hidratación, …
Mi apuesta es el serum Phorentin y el serum Ce Ferulic de Skinceuticals con su potente acción antioxidante.
![]() |
![]() |
Hidratación
Este punto necesita de un post único y extenso sobre cual elegir y cómo hacerlo pero os diré que, como he dicho al principio, es imprescindible identificar nuestra piel para saber qué tipo crema de nos conviene.
Debemos utilizar dos tipos de cremas, una para el día, con protección solar siempre superior al 25 SPS (incluso en invierno) y otra para la noche. En algunos casos podríamos prescindir de la crema de noche si usamos suero, pero para pieles secas o de más edad convendría usar tratamientos nutritivos que sellen la piel para que retenga toda el agua posible.
La crema, al igual que el suero, se coloca en pequeñas dosis en la palma de la mano. Se aplica sobre el rostro con la yema de los dedos y se extiende suavemente hacia afuera y siempre hacía arriba, respetando y acompañando nuestras facciones y evitando el contorno de los ojos.
Esta zona, el contorno de los ojos y labios, no por ser los últimos en nombrarlos son menos importantes. Es una piel mucho más frágil y fina que la del resto del rostro. Necesita de unos cuidados especiales y una crema específica para esta zona.
Se extiende en pequeños puntitos con la yema de los dedos sobre el contorno y dando pequeños golpes a modo masaje que faciliten su penetración en la piel.
Evita los productos demasiado químicos o que puedan causar una agresión a nuestro cutis.
Recuerda que cualquier producto que utilicemos para nuestra higiene facial debe sumar y no restar.