A lo largo de mi vida, el pelo ha sido mi gran lucha, porque hay quien, como todo la vida, nace con estrella y otros estrellados, pues esta soy yo con mi pelo, una estrellada.
Nunca he desistido en tener una melena brillante, sana y lo más natural posible. Ha habido intentos de todo tipo, malos, peores, inocuos… pero buenos, lo que se dice buenos, pocas veces he tenido la suerte.
En cuanto a marcas os diré que no he escatimado en dinero por esa famosa frase de “la calidad se nota”. Así que producto que prometía dejar mi pelo de película, cerraba los ojos y adelante.
Al lavado, nunca le he dado la importancia suficiente, manteniéndome firme en uno de mis principios de belleza:
«Nunca gastes ni dinero ni tiempo en algo que vaya a permanecer en tu cuerpo menos de dos minutos»
Lo sigo manteniendo, pero en toda regla hay una excepción y esta será la mía. Y aquí viene mi explicación:
El champú, es la base de todo, y sólo cuando te das cuenta de este detalle, puedes empezar a cambiar el resto. Yo, por desgracia, lo he averiguado tarde. No se trata de limpiar, sino de tratar. Esta frase empezó a mejorar mi vida, capilarmente hablando claro.
Leí en internet acerca de la nueva línea de pelo que había creado Jennifer Aniston, para mí un referente cinematográfico. En este caso, era algo más que la cara de este producto, era suyo y esto significa que no solo pone la cara, sino que también da la cara por el producto.
Sus productos están libres de aceites, parabenos y siliconas. Sinceramente esto no fue lo que me convenció, porque ya había probado algo así en el mercado, pero no me habían gustado los resultados ya que dejaba mi pelo muy seco y apenas sacaba espuma.
Living Proff
La línea de productos con la que yo y mi cabello han visto la luz se llama Living Proff . Me metí en su página web, no lo envían y el lugar más cercano era Madrid. No suelo ir mucho, pero el siguiente viaje era parada obligatoria. Al azar, elegí una peluquería céntrica en el barrio de Chueca. No era clienta así que no sabía cómo me recibirían si entraba pidiendo un champú. Al entrar su dueño me invitó a sentarme y me analizó el pelo, sin ningún tipo de compromiso, ni por mi parte, ni por la suya. El único objetivo, era ofrecerme el producto de Living Proff que más se acercara a mis necesidades, eligió la línea Restore y vaya si acertó.
Mi experiencia con Living Proff
Recuerdo que no pude esperar a llegar a casa, lo probé ese mismo día en el hotel. No podía creer lo que estaba viendo, brillo, cuerpo, volumen… ¿Dónde había estado esta melena? o mejor dicho ¿dónde había estado este champú estos últimos “trein-cauren” años? Por no pecar de ingenua, esa primera vez pensé que ese fantástico resultado era fruto del agua de la ciudad pero me equivocaba, era él, mi champú.
Después de un mes y ya consciente de mi hallazgo, empecé a disfrutar lavándome el pelo, el olor es maravilloso, huele a limpio y así como lo voy utilizando mi pelo mejora considerablemente. Ahora han pasado ya varios meses y me atrevo a escribir sobre él, porque puedo garantizar resultados.
Con el tiempo he ido introduciendo otros productos de su gama como el acondicionador, texturizador o mascarilla, pero estos, todavía están en periodo de pruebas.
